Arqueología para niñes, una forma de descubrir los enigmas del pasado

Por Emanuel Gall

El instituto de Arqueología y Museo que depende de la Facultad de Ciencias Naturales de la UNT realizará un taller para introducir a los niños y niñas al fascinante mundo de la Arqueología. El encuentro es este sábado 15 a las 9 de la mañana en San Martín 1545 donde funciona el MUNT.

Victoria isasmendi, arqueóloga y tallerista contó que  “hacemos estos talleres en general con escuelas pero en esta oportunidad queremos hacerlo abierto a todo público para niños y niñas que estén en la primaria. Es una experiencia lúdica qué consiste en jugar por un día a ser arqueólogo y arqueóloga. Hacemos un simulacro de excavación para vivenciar cómo trabajamos en el campo y cómo es la recuperación de las evidencias y las pistas en un sitio arqueológico”.

Por qué trabajar arqueología con niños

El mundo de la arqueología es también una invitación a explorar los secretos del mundo en la antigüedad. En el taller se sientan pilares para aprender a amar la disciplina desde pequeños, porque para descifrar los enigmas del pasado también se necesita creatividad y ganas de jugar.

Isasmendi compartió que la experiencia tiene muy buena recepción entre niños y niñas porque disfrutan “el descubrir qué es lo que ha guardado la tierra durante mucho tiempo y descubrir también cómo han vivido las poblaciones en el pasado es gratificante. Nuestra disciplina se ocupa de  estudiar a las sociedades que vivieron en el pasado y lo hacemos a partir de la recuperación de los objetos que han quedado enterrados”.

Desde el Instituto de Arqueología y Museo fomentan en las infancias el interés por el pasado porque es un modo de conocer nuestras raíces, y promover preguntas como  ¿de dónde venimos?, ¿qué es la cultura?, ¿cómo fue el origen de nuestra cultura?, ¿cuáles son  las prácticas ancestrales de las civilizaciones pasadas?.

La arqueóloga agregó que “ya desde las infancias tenemos que empezar a preguntarnos cómo fue ese pasado, cómo vivieron las personas en el lugar donde hoy  habitamos nosotros, cómo era el ambiente, cómo se relacionaban esas personas con el ambiente, cómo eran sus dietas y prácticas diarias”.

La tecnología estuvo siempre

La arqueología también permite indagar sobre el desarrollo tecnológico de las culturas pasadas “siempre asociamos tecnología con televisores o celulares, a todo lo que tenemos a mano y requiere electricidad. Pero la tecnología es mucho más que eso, son todas aquellas herramientas que se construyen o que se manufacturan para resolver necesidades humanas. Como por ejemplo un arma para cazar un animal o artefactos que tengan que ver con el cultivo de las plantas o las vasijas donde se cocinaban y preparaban los alimentos. Todo eso implica la tecnología. Entonces también remontarnos a ese pasado para comprender cómo fueron cambiando las cosas a lo largo del tiempo es lo que nos interesa desde estos talleres”, explicó Isasmendi.

Hay una forma de asociar lo infantil a un aspecto del trabajo arqueológico, de buscar lo que puede haber debajo de la tierra. Nuestra disciplina parte de preguntas de un tema de investigación que elegimos y partir de estas preguntas vamos a ir a buscar nuestras evidencias, y esas evidencias por lo general están debajo de la tierra y eso sí implica una excavación y recuperarla de manera detallada para que no se nos pierda ningún tipo de información”.

¿Qué le preguntan los niños a los arqueólogos?

En estos talleres los niños participan con preguntas movilizantes, de esas que se hacen cuando algo los conmueve.

¿Cuánto tiempo nos lleva la excavación de un sitio arqueológico?

¿Cuánto tiempo le dedicamos de nuestra vida a la investigación?

¿nos vamos de viaje por nuestro trabajo?, ¿a muchos lugares?, ¿dónde dormimos, donde comemos, cómo hacemos para sobrevivir en el campo?

Victoria comentó en el cierre que “en general los chicos tienen muchas fantasías en relación a la vida de un científico fuera de la ciudad, eso genera curiosidad. Festejamos que en cada encuentro los niños y niñas se van entusiasmados, se vuelven a sus casas con más preguntas de las que han llevado al encuentro. Es fabuloso eso porque demuestras que los encuentros despiertan el interés, la intriga y el deseo de seguir investigando, seguir leyendo y profundizando en cada una las cosas que nos van surgiendo en el día a día. Es lo que buscamos,  la arqueología sirve para valorar nuestro origen, aprender a comprender y respetar la diversidad cultural y la ancestralidad de las poblaciones”.

 

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