El último sábado colectivos pertenecientes a la comunidad LGBTIQ+ marcharon hacia la plaza Independencia en el centro de la capital tucumana para celebrar el orgullo de pertenecer al colectivo y para expresar el descontento con las situaciones de injusticia que aun viven.
Mariana Rodriguez, militante feminista y e integrante de la comisión organizadora de la marcha en ediciones anteriores, reflexionó sobre el reclamo de reparación histórica: “La reparación histórica, es una consigna que resuena con urgencia sobre todo para la población travesti trans, nos referimos a que si bien en los últimos 20 años, podemos pensar que normativamente y legislativamente, han habido avances que han generado amplitud de derechos para la comunidad lgbt. Particularmente para las personas trans, dentro del colectivo son las que más han sufrido la exclusión, y la barrera de acceso a derechos básicos. La reparación histórica, es que aparte de esos marcos normativos que amplíen derechos, se considere la situación histórica de negación estatal, en relación a no reconocer las formas precarizadas de vida a las que se vieron sometidas las personas trans”.

Por último, se refirió a los principales desafíos que afronta el colectivo en la provincia de Tucumán:
“Yo creo primero que, como población tucumana, la población LGBT está sufriendo muchísimo y con mayor impacto la crisis económica actualmente. Por otro lado, me parece también que eso muchas veces es reflejo de la falta de participación o representación política que tenemos en los espacios de toma de decisiones de poder. En este momento en Tucumán no podemos, con una mano no completamos la cantidad de personas LGBT en cargos que sean representativos del poder. Después todo lo que implica salud por una perspectiva de derecho y diversidad es algo que está, después de la pandemia, muy truncado: el sistema de salud y servicios de salud básicos en relación a, por ejemplo, la provisión de hormonas o de tratamiento para el HIV que se ven en disminución.”