Por Eva Fontdevila y Emanuel Gall
Todo concluye al fin, nada puede escapar dicen las primeras líneas de una canción icónica del Rock Nacional y sirve para usarse de comodín en situaciones diversas. En esta ocasión ilustra la melancólica sensación de despedirnos de un proceso que valió la pena. Y mucho.
Con un encuentro presencial en Espacio Cultural de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNT finalizamos la primera versión del curso de formación integral de radio “Nuevos Tiempos, Nuevos Desafíos” que organizamos desde ABROJOS COLECTIVO DE EDUCACIÓN POPULAR.

El curso fue una gran oportunidad para pensar y trabajar en mejorar la construcción de nuestras radios comunitarias. Una propuesta de capacitación en radio que puso el acento en el perfil de los y las participantes, en saber que a la radio la pensamos desde un enfoque comunitario, o sea con la convicción de que pertenecemos a un territorio particular con sus historias, memorias y sueños, y que desde ese marco es que proponemos sumarse a un barco de comunicación. Las radios comunitarias no piensan en abstracto sus propuestas porque en general a sus oyentes los conoce de la diaria, de cruzarlos en el barrio, de charlar sobre necesidades y urgencias, de priorizar temas y construir una agenda que es realmente significativa en el lugar donde emite.
Agustín Mazuy, Carmen Ovejero, Celeste Sánchez, Claudia Fernández, Elena Salazar, Fátima Dominguez, Isaac Francisco Cantero, Julieta Macarena Olea, Mabel Mónica Ruiz, Marcos Emiliano Lobo, Nahuel García, Nilda Gomez, Norma Méndez, Zulma Esperanza, Alejandro Cantero participaron del encuentro presencial de cierre. Ellos y más compañeros y compañeras fueron parte además de las clases virtuales que conformaron este espacio de 14 encuentros en donde trabajamos en el enfoque del fortalecimiento de las Radios comunitarias, nos adentramos a la idea de Proyecto político comunicacional y la perspectiva de derechos en la comunicación, y pensamos entre todes sobre cómo construir una grilla de programación radiofónica y cómo producir mejores contenidos.

A lo largo de estos encuentros intercambiamos miradas sobre la importancia de la operación técnica y la edición digital de sonido, pensamos la radio en el marco de un ecosistema sonoro que se diversifica al ritmo de los cambios tecnológicos y también ahondamos sobre la expresividad sonora.
Y también le dimos lugar a pensar la automatización y la musicalización. aspectos fundamentales que hacen a la producción y administración de los recursos que nuestras radios ofrecen a sus oyentes.
A lo largo de este curso nos hicimos tiempo para abordar la realización integral de radio en un contexto transmedia y charlamos sobre el uso de las redes sociales para que nuestros contenidos sepan adaptarse a diversas plataformas de una manera eficaz. ¿Hoy es posible hacer radio sin redes? Creemos las redes son espacios que potencian nuestros contenidos y nos facilita el camino de encuentro con potenciales oyentes, porque ya es imposible pensar de modo analógico y en audiencias estáticas y pasivas.
Hoy hay que usar la creatividad para llegar a los oyentes de las maneras más convenientes usando todas las herramientas que tenemos a nuestro alcance. Por eso los programas que hacemos dejaron de ser propuestas uniformes que se prestan a la escucha inmediata en un horario fijo y de una manera determinada (antena y sintonización) y pasan a ser un abanico de posibilidades, de recortes, de fragmentos, de producciones artísticas que podemos poner al alcance de nuestras audiencias para que ellas las usen cuando gusten y cómo quieran. Nunca olvidemos eso, son las audiencias quienes nos eligen entre un mar cada vez más grande de opciones, en un proceso de diálogo e intercambio permanente en que desde las radios comunitarias tenemos que ganarlos con empatía y dedicación.
¿Y sobre el oficio de conducir en radio? También, claro porque la conducción es un arte que se aprende practicando y ejerciendo pero también trabajando en equipo. Cuando hacemos radio construimos un estilo propio con nuestro lenguaje, nuestros tonos, nuestras elecciones gestuales, nuestra relación con el espacio, nuestros gustos estéticos, etc. Conducir un programa es construir también nuestra identidad comunicacional.
Otro tema que abordamos fue la gestión integral de la radio comunitaria, ¿por qué? Porque una radio es un proyecto complejo que necesita pensarse desde múltiples dimensiones. La radio es al mismo tiempo un proyecto institucional, económico, comunicacional, cultural y de grupo. También un proyecto inserto en una comunidad que debe relacionarse a partir de utopías comunes con muchos actores y actrices locales que tienen peso e incidencia en un territorio, como escuelas, CAPS, clubes, centros culturales, organizaciones sociales, gobiernos locales, entidades religiosas, asociaciones, centros juveniles, etc.

Y gestionar habla del día a día, pero también de cómo nos relacionamos con el mediano y largo plazo, cómo hacemos jugar los sueños que tenemos y esos horizontes futuros por los que trabajamos en colectivo, haciendo radio. Cuando pensamos y actuamos para construir esos puentes entre el hoy y el mundo que soñamos, y lo hacemos a consciencia y de modo planificado, estamos gestionando.
Por eso es que hablamos de capacidad organizativa y de la radio como un núcleo productivo y de la organización autogestiva. Porque la radio es un proyecto que en algún punto debe ser comprendido como una empresa, no sólo porque debe haber un organigrama en donde estén claros los responsables de los diversos roles y tareas sino porque se debe organizar económicamente, saber cuánto cuesta sostener esa estatura y cómo vamos a hacer para conseguir esos recursos, cómo vamos a hacer para que la radio genere los ingresos necesarios para sostenerse en el tiempo y para crecer.
Un factor fundamental de la sostenibilidad es la incidencia, que sea capaz de construir audiencia y fidelizarla, que sea capaz de interactuar con ellos y darles participación real, hacer valer sus voces, diversidades y pensamientos, pero también cuando genera y consolida un área de trabajo destinada a conseguir recursos necesarios, ya sean pautas, subsidios, canjes, clubes de oyentes mediante suscripción, rifas, concursos, etc. Todo puede ser válido, lo que importa es que sea un modo de generación de recursos eficiente, adaptado a las necesidades reales y con compañeros a cargo de los mismos.
En el encuentro presencial en el Espacio Cultural de la Facultad de Filosofía y Letras, que vale decir es un lugar muy bello y convocante para encontrarse y compartir, el lunes le pusimos un broche a este camino que anduvimos juntos.
La idea era que todos expresemos lo que habíamos vivido a lo largo de estos cuatro meses. Poner en valor los conocimientos adquiridos y jugar un rato para practicar la aplicación cotidiana de estos saberes en nuestra práctica radiofónica. Dramatizamos, combinamos radio y teatro como un espacio de convergencia en donde se potencia la expresión. Y salieron muchas cosas interesantes. La necesidad de pasarlo bien mientras hacemos radio, de trabajar en equipo, de ser organizados, de pre producir y planificar, de regular el tiempo en el aire, de mirar al coordinador de piso e interactuar con él/ella/elle, de aprenderse las señas, de comunicarse previamente con las personas que queremos entrevistar, de ser concretos cuando estamos al aire, de cuidar los factores técnicos para que se escuche bien nuestra emisión, la importancia de la música, de escuchar cosas que nos gustan y transmitirles saberes que atrapen a nuestros oyentes, y de cuidarlos, saber que los oyentes son siempre una parte del equipo, convocarlos a actuar, a integrarse, a sumarse a lo que les ofrecemos.
Las dramatizaciones además de ser opciones lúdicas, promueven el intercambio de opinión y propuestas, sugerencias y fortalezas que adquirieron los y las docentes. Y pasó eso, fue un final de curso con mucha participación y entusiasmo, donde las compañeras participantes no se guardaron nada, no solo elogios al equipo, también demandas de continuidad y sueños propios.

Y por ultimo hubo lugar para UN FODA, ese ejercicio tan útil para autoanalizarnos y proyectarnos, para ver qué hicimos bien, más o menos o mal, qué se nos presenta que podremos aprovechar, qué nos trae el escenario como amenaza y como oportunidad. Y en ese intercambio y pensar en conjunto fue que surgieron ideas de continuidad, y de nuevas capacitaciones, de nuevas necesidades de formación y participación.
También fue el momento de la emotividad, de los agradecimientos y de las palabras que nos hicieron sentir que formamos parte de una misma idea, aunque hayan sido sólo cuatro meses, porque fueron la semilla que empezó a germinar y a dar frutos. Porque siempre queremos que las radios florezcan, ganen experiencia, hagan propuestas de calidad, construyan audiencias y tenga incidencia en sus comunidades. O sea, que realmente participen de un proceso de comunicación que transforma.
Estamos muy felicesde haber llegado hasta acá con un gran número de participantes, todas y todos con gran compromiso en cada proceso y con algo que no tiene precio: el amor por la radio y por lo que hacen, la percepción de ser ellas mismas radio apasionadas (nos permitimos el uso de la expresión) y también de saber que un poco todo dependerá de ellas y de su capacidad de sostener sus proyectos para llevarlo al puerto que hayan elegido como destino.
Para los integrantes de Abrojos Colectivo de Educación Popular fue muy gratificante participar de este curso, también hemos aprendido de estos intercambios y conversaciones y arrancaremos 2023 esperando construir nuevas propuestas de formación que nos ayuden a hacer la radio que soñamos.
Para mí en lo personal me dió mucha seguridad con respecto a los profesores tienen una forma de enseñar muy buena fácil de compren .. espero sigan realizando este tipo de talleres xq aunq emos tocados muchos temas quisiera poder aprender en profundidad cada uno de ellos
Muchas gracias Claudia! Esa es la idea, que los aprendizajes mutuos nos sirvan para mejorar la práctica