Por Eva Fontdevila
La muerte joven siempre es shockeante para la sociedad. Pero hay muertes, sobre todo las violentas, que captan mucho la atención y dejan marcas. Sobre todo cuando esas muertes violentas logran enmarcarse como problemática social más que como “caso”. Si bien los medios de comunicación muchas veces conspiran contra eso, y solo se regodean con los detalles morbosos de un hecho, en algunas circunstancias el peso cultural de una situación conmueve e interpela más allá. Es lo que ocurrió con Micaela García.
Los homicidios que se califican como femicidios, es decir el asesinato en razón de género contra las mujeres, dejaron de ser parte del paisaje y se convirtieron en una causa central de lucha para el movimiento de mujeres. Micaela García, joven entrerriana y militante se hizo ley por la lucha de sus padres y amigos/as. Su nombre quedó inmortalizado en una norma que obliga al Estado a capacitar en materia de género, violencia y diversidad a sus funcionarios/as.
La muerte de Micaela desnudó algunas verdades insoportables. El femicida declaró que había salido “de caza”, mostrando que la violencia de género es un problema social y público, más allá de los vínculos de pareja aunque la mayoría de las denuncias remitan al ámbito familiar.
“Micaela García, banderas en tu corazón”, el libro de Agustina Lanza, editado por Sudestada nos conecta con la vida de Micaela, sus amistades, las circunstancias del femicidio, la figura de los jueces que intervinieron, el camino de construcción de la ley que lleva su nombre, algunas reflexiones interesantes sobre el feminismo en la vida cotidiana, y homenajes en diversos soportes literarios.
El texto es una invitación a seguir pensando, a desarmar patrones de conducta, construcción de buenas masculinidades y roles de género.
Lo veo ten difícil el cambio de leyes si es q no abordamos con fuerza el urgente cambio de cultura en cuanto a los derechos, tratos y destratos en cuanto a la mujer.. esa q bocas para afuera es la creadora de la vida la q logra el milagro de abrazar con su amor y cuidado a toda la família.. y tantas cosas lindas q se dicen cuando se refieren a ella pero q cuando esta se revela ante algo q la esta dañando pasa a ser una molestia y prontamente se la debe hacer callar.. sea cual sea las medidas a tomar a nadie le gusta la mujer rebelde e indiscreta
Muy cierto lo que comentas. Muchas gracias Claudia por estar atenta y en contacto! Saludos!